¿Quién no ha oído alguna vez sobre la
tecnología 3D? Todas las semanas nos bombardean con anuncios en televisión
sobre lanzamientos de películas en 3D, cada poco tiempo nos hablan de un nuevo
modelo de televisión 3D, o cámaras de fotos o de vídeos de 3D, … y así con
muchas otros productos, pero ¿realmente la tecnología 3D produce los efectos
deseados?
La tecnología 3D ha evolucionado mucho desde
aquellos inicios en los que se tenía una imagen en 3D y se usaban unas gafas de
cartón para poder apreciar perfectamente los colores, hasta las últimas
tecnologías que están saliendo al mercado en las que ya no son necesarias las
gafas para ver las imágenes.
Hay que destacar que al principio, con los
primeros lanzamientos de productos, televisores y películas en 3D, al pasar un
rato viendo las imágenes todo el mundo empezaba a sentir dolor de cabeza y
también a sentir mareos, como consecuencia de la mala sincronización de las
imágenes.
Poco a poco se ha ido solucionando este
problema de la sincronización y se han ido mejorando la calidad de las
imágenes, aunque no del todo. Actualmente, cuando vamos a los cines a ver una
película, en la mayoría de los casos nos vemos obligados a pagar el precio por
una entrada 3D en vez de ver la película con la tecnología convencional, porque
esperamos sumergirnos en las escenas y en la trama, pero al terminar de ver la
película salimos en la mayoría de los casos decepcionados.
Esta decepción viene en parte porque pensamos
que nos han estafado y también en parte porque dicha película hubiera merecido
la pena verla en la tecnología tradicional ya que apenas se apreciaban los
efectos 3D.
Normalmente la tecnología 3D que vemos en la
mayoría de las películas, se trata solo de una profundidad de campo, con
primeros planos muy obvios, con movimientos de cámara que aplanan las imágenes
de las distintas escenas, y con lo más espectacular siempre realzado en la
tercera dimensión. Por lo que se puede decir que más que una película en 3D
vemos algunas escenas en 3D.
Otro problema al ver una película en 3D o
comprar un televisor en 3D, es que si queremos verla necesitamos utilizar unas
gafas adaptadas. En el cine no es tanto problema porque nos dejan las gafas,
aunque hay que decir que son bastante incómodas, pero en casa, una familia
suele tener como mucho un número de gafas según el número de miembros que
tiene, por lo que si viene alguna visita; o le dejamos unas gafas o no podrá
ver los efectos 3D de la televisión.
Por esta razón las grandes multinacionales,
están haciendo grandes esfuerzos en el desarrollo de una nueva generación de
televisores en los que ya no sea necesario el uso de las gafas. Por ejemplo, durante
la pasada feria del CES en Las Vegas en 2013, la compañía Stream TV, mostró los
primeros televisores que utilizaban la tecnología Ultra-D por la cual mostraban
imágenes en 3D sin gafas en una resolución de 4K (2160 p).
Este parece ser el futuro al que puede
dirigirse el 3D en el sector cinematográfico y del mundo de la animación.
Abandonado un poco esta tecnología 3D que
suele ser la que mejor conocemos, vamos a hablar de otras dos particularidades
del 3D, por un lado hablaremos del primer bolígrafo 3D y de las impresoras 4D.
El bolígrafo 3D, es un nuevo bolígrafo que ha
aparecido este año, llamado 3D Doodler. Este bolígrafo usa el mismo plástico
que las impresoras 3D (Plástico ABS), se conecta a un enchufe y empezamos a
dibujar nuestras piezas en 3D sin software ni nada más. Si se consigue su
desarrollo, este bolígrafo va a ser una auténtica revolución en el mundo del
diseño y de la arquitectura, por todas las posibilidades que proporciona. (The 3Doodler).
Mientras que en la impresión, ya hemos pasado
de hablar del 3D al 4D. En este último año, el uso de las impresoras 3D ha
empezado a expandirse como consecuencia de la bajada de precios de las mismas,
pero ya se están empezado a investigar en una nueva tecnología conocida como
4D, en la que permite crear materiales que se transformarán y adaptarán
automáticamente en el tiempo y según el tipo de necesidad. (Del 3D al 4D: Futuro de la impresión, según el MIT).
Cómo se puede observar en todo este post, la
tecnología 3D tardó en desarrollarse y sus inicios fueron muy lentos, pero poco
a poco, ha ido evolucionando de una forma más rápida y expandiéndose a otros
campos que no eran el cinematográfico.
Además, en estos momentos, no se saben cuáles
van a ser las futuras líneas de esta tecnología, ni que productos van a poder
llegar a desarrollar los científicos, ya que las posibilidades de desarrollo de
esta tecnología son infinitas en todos los campos. Pero como buen amante de los productos
tecnológicos y de los distintos gadgets, estoy esperando las futuras ferias
tecnológicas para ver cuál es el futuro de la tecnología 3D.
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